Estamos en un momento histórico del balonmano insular y no lo valoramos
Néstor Morales / LanzaroteDeportiva.com
Diecisiete años. Todo ese tiempo ha pasado sin que Lanzarote disfrute de la élite del balonmano nacional. Casi una década desde que el Tahiche descendiera de categoría, poniendo así fin a diez temporadas consecutivas en la máxima categoría, que se dice pronto. Antes del equipo azulón, la AD Vifirehati también disfrutó de cuatro temporadas en la División de Honor, desde el año 1987 hasta el 1993, llegando incluso a quedar cuartas en su segundo año en la primera categoría. Ha pasado tiempo, pero la próxima temporada podremos disfrutar de algo histórico, precioso y que, a mi juicio, no se está valorando lo suficiente.
Lanzarote vuelve a estar en la élite del balonmano. La División de Honor, ahora llamada Liga Guerreras Iberdrola, contará después de muchísimo tiempo con participación conejera. Y lo más importante de todo esto: lo hará por partida doble. Primero se otorgó el ascenso de categoría al Balonmano Puerto del Carmen, después de varias temporadas en la zona alta de la clasificación en la División de Honor Plata, jugando incluso playoff de ascenso y varias ediciones de la Copa de La Reina. Cuando en la prensa deportiva conejera (no toda), asumimos ya con alegría e ilusión que íbamos a ver a los mejores equipos de balonmano en nuestra isla, saltó la noticia del ascenso del San José Obrero, tras la renuncia del BM Alcobendas y el rechazo a subir por el Sporting La Rioja. No nos lo podíamos creer. Dos equipos conejeros en la Liga Guerreras Iberdrola.
Y repito que creo que no somos lo suficientemente conscientes de lo afortunados que somos. Una isla de poco más de 150.000 habitantes va a gozar del prestigio de tener dos equipos en la máxima categoría. Y no solo eso, de un tercero como es el CB Zonzamas en la División de Honor Plata, con un grandísimo proyecto y con opciones más que probables de ascender de categoría el próximo año. Y en balonmano masculino también, ya que el San José Obrero compite en Primera Masculina, siendo siempre uno de los equipos favoritos para ascender a División de Honor Plata. Que alguien nos despierte porque estamos en un sueño.
Y es doblemente satisfactorio ver como un deporte mal llamado minoritario, que me parece un insulto ese apelativo, logre en un lugar como Lanzarote hacerse un hueco en la élite. Además, si ampliamos el reconocimiento a la Comunidad Autónoma, gozaremos de cuatro equipos, ya que el BM Remudas y el BM Salud Tenerife ya estaban en la máxima categoría la temporada pasada. ¿Qué repercusión se le hubiese dado si en vez de balonmano, fuese fútbol? ¿Alguien se imagina dos equipos de fútbol de Lanzarote tan arriba? Quizás deberíamos cambiar los términos, y llamar mayoritarios y darles más importancia a aquellos deportes que carecen de esa consigna.
Veremos un derbi en la máxima categoría. Bueno no, dos, y como mínimo. Y lo bonito que es que de una cancha a otra disten menos de cinco kilómetros. Un paseo de menos de diez minutos en coche para trasladarse de Arrecife a Tías, un auténtico lujo al alcance de pocos. Nabila de Ganzo, una de las jugadoras insignia del San José Obrero me comentaba que es algo inaudito poder ver a dos equipos en la máxima categoría, y no solo por ellas, sino por todas esas niñas y niños amantes del balonmano, que van a ver como su deporte no tan reconocido está al máximo nivel en Lanzarote. Se respira ilusión en los equipos lanzaroteños, ganas y desesperación por empezar esta temporada histórica. Lo dicho, guarden la próxima temporada en su memoria, porque viviremos la fiesta del balonmano conejero.