La pivote lanzaroteña rompió a llorar tras sel final del partido
LanzaroteDeportiva.com
El partido del Puerto del Carmen ante el Oviedo Balonmano Femenino del pasado fin de semana supuso el último encuentro de balonmano de Kenia Hernández, que había decidido que a sus 33 años era el momento de colgar la camiseta.
La jugadora recuerda para LanzaroteDeportiva como llego al balonmano cuando tenía tan solo 9 años de edad. "El culpable fue Santana", señala en el inicio de nuestra conversación, explicando que "lo conocí como monitor en un albergue de verano y me dijo que en septiembre me quería en el colegio entrenando, allí que fui y hasta hoy".
Desde ese primer día han pasado ya 24 años donde ha sido fiel a los colores amarillos del Puerto del Carmen. "He sido jugadora de base, y hasta 'profesional', he sido entrenadora, directiva e incluso chófer de la base", señala entre risas.
A la hora de elegir momentos tiene claro que son más los positivos que los negativos destacando entre los buenos recuerdos "los campeonatos de España de cadetes, el juvenil en Lanzarote y la primera fase de ascenso", y señalando que lo peor que le ha tocado vivir como jugadora fue "la temporada en Liga Guerreras Iberdrola, que fue muy dura tanto a nivel particular como grupal".
No duda en elogiar a todos los que han sido sus técnicos a lo largo de estos 24 años en el club. "Desde Fayna hasta Juanmi pasando por Santana, Hilario, Suso, Iñaki, Casanova y Miguel Ángel" señalando que "todos son muy diferentes y de todos he aprendido algo, pero sobre todo destaco la disciplina que me inculcaron los que me entrenaron en la base".
El partido contra el Oviedo no era un partido más, era su último encuentro. "Estaba nerviosa como hacía años que no estaba", señala la jugadora que fue descalificada a falta de 11 minutos. "Me hubiera gustado acabarlo en la pista, pero los árbitros decidieron que mejor lo viera desde la grada", explicando que durante ese tiempo que estuvo sola "me pasaron por la cabeza muchísimos buenos momentos vividos".
Tiene claro que el balonmano ha sido toda su vida pero que "cuando ir a entrenar cuesta y la motivación antes de cada partido no es la misma, creo que lo mejor es descansar cuerpo y mente", siendo éste el motivo por el que decide colgar la camiseta.
"Ahora quiero hacer muchas cosas, disfrutar de los míos, practicar otros deportes y desconectar", dice sobre su futuro. "Mi intención es estar un tiempo desconectada total pero estoy segura que tarde o temprano algún que otro niño o niña sufrirá mis gritos desde el banquillo", amenaza con una sonrisa.
Y es que Kenia Hernández no es solamente la pivote del balonmano Puerto del Carmen, también es parte de una historia muy bonita de la entidad amarilla.