Hecher celebraba el pase y su rival lo asumía, pero......
LanzaroteDeportiva.com
Arrancó este lunes el Mundial de MMA en Manama (Bahrain) con la participación del lanzaroteño Hecher Sosa, que repetía por tercera ocasión en el evento, tras haber conseguido la temporada pasada la medalla de bronce.
Esta temporada el luchador de Taz Lanzarote acudía al evento con la moral por todo lo alto, tras la buena campaña del año pasado y la preparación que llevaba previa el torneo. En el sorteo, realizado este domingo, le tocó en la primera ronda de su peso, menos de 145 libras, el búlgaro Zdravko Dimitrov.
Su rival tampoco era nuevo en el Mundial. El año pasado ya compitió ganando al japonés Sho Sekihara y cayendo posteriormente con el brasileño Carlos Veras. Llegaba al evento con tan sólo tres victorias en su haber y otras tantas derrotas, la última, en el Campeonato de Europa ante el francés Florian Moreau.
El lanzaroteño, a priori, parecía superior que su rival y en la jaula lo demostró en todo momento. El primer asalto estuvo muy emparejado y tan sólo un derribo del búlgaro al insular al final del primer asalto pudo ser contabilizado, dando los árbitros ganado el round al centroeuropeo por un triple 9-10.
En el segundo y tercer asalto el lanzaroteño fue un auténtico vendaval. “Lo derribé en el segundo asalto y le pegué en el suelo, y en el tercero le pegué en pie y defendí todos los derribos”, comenta Hecher Sosa desde Bahrain a LanzaroteDeportiva.com
Pese a que todo parecía decantar el combate del lado del lanzaroteño, las decisiones arbitrales fueron muy diferentes a la esperada. En el segundo asalto sólo un árbitro dio un 10 a 9 a favor de Hecher, mientras que los otros dos le daban un 10 a 9 para el búlgaro. En el tercero, dos dieron el 10-9 para el representante de Taz Lanzarote y uno para el búlgaro, quedando finalmente el combate en 2-1 para Zdravko Dimitrov, que accede a la siguiente fase donde le espera el francés Christophe Przywara.
El recuento de votos fue, cuanto menos peculiar. El lanzaroteño se sabía vencedor y el búlgaro asumía su derrota, pero la sorpresa fue cuando los jueces indicaron todo lo contrario. “Fue un palo enorme”, dice Hecher Sosa, que siente que “nos robaron de forma escandalosa, hasta el punto que el búlgaro y sus entrenadores nos pidieron perdón sabiendo que perdieron y diciéndonos que lo sentían que ellos no ponían la puntuación pero que sabían que habían perdido”.
Ahora sólo queda levantarse de este varapalo y seguir con la cabeza bien alta, pensando ya en el próximo evento en su agenda, el día 15 de diciembre en Lanzarote, donde boxeará ante su público.