LanzaroteDeportiva.com / Fotografía: Público
Corría el año 2006, concretamente en el mes de noviembre, cuando Abdelaziz Merzougui abandonó su ciudad natal de Kalmim en Marruecos y desde Sidi Ifni vino en patera a Lanzarote persiguiendo un sueño, ser atleta profesional y emular a sus ídolos El Guerrouj o Said Aouita, solo tenía 15 años. El viaje, que duró 36 horas, lo hizo junto a un amigo íntimo y 23 personas más y le costó 600 euros, todo el dinero que tenía reunido. Se jugaba la vida persiguiendo su sueño y a la llegada a la costa lanzaroteña sintió que había valido la pena.
Tras un tiempo en la isla, camuflado en casa de un familiar, emprendió el viaje hasta Lérida en donde Ayad Landassem, un compatriota suyo, le estaba esperando y, al hablar con Antonio Cánovas, técnico de la Federación Española de Atletismo, lo reclutó en una residencia debido a las grandes condiciones que tenía el adolescente.
El pasado mes de marzo, Merzougui adoptó la nacionalidad española y comenzó a competir con el equipo nacional, demostrando que los resultados que se le presuponían eran reales. El domingo, con 19 años en su DNI, se colgó su primer campeonato de Europa, en edad Junior, representando a España en Albufeira (Portugal)
Merzougui tiró del grupo durante toda la segunda mitad de la carrera y, con una marca de 18:07, terminó batiendo en el 'sprint' al serbio Nemanja Cerovac. El portugués Rui Pinto completó el podio, a dos segundos del español. Merzougui, campeón de España júnior de 3.000 m. obstáculos y cuarto en el Mundial de la misma categoría, trabaja con el técnico Antonio Cánovas, de 62 años, en Lleida.
A la finalización de la carrera el joven atleta confesaba "He dado el máximo porque tenía rivales muy fuertes". Esta noticia del atletismo nacional intenta dejar al margen esa operación Galgo que tan fuerte está sacudiendo a ese deporte