Seguirá practicando golf cuando la situación sanitaria lo permita
LanzaroteDeportiva.com
Este jueves era noticia en el mundo del golf de Lanzarote la renuncia realizada por Pablo Rivero, delegado insular hasta el momento, ante la Federación Canaria de Golf, debido a diferentes motivos profesionales que ahora mismo le ocupan todo el tiempo.
“Los compromisos profesionales no me permiten seguir con la delegación”, nos decía a LanzaroteDeportiva por teléfono, explicándonos que “ahora será la Federación Canaria la que decid que persona me releva del cargo”. Hasta el momento de que eso ocurra, será el propio ente regional el que se ocupe directamente del golf en Lanzarote.
El ya exdelegado insular explica lo especialmente duro que ha sido este último año de los dos que llevaba en el cargo. “Nos han obligado a suspender todos los torneos del comité amateur del que formaba parte y, menos mal que se reactivó al menos un campo en la isla y los jugadores han podido practicar, pero ha sido un año muy duro”.
Pese a la dureza del año 2020, comenta orgulloso que “Canarias fue la única comunidad autónoma que incrementó el número de licencias en el año 2020 y que ya lo había hecho en el año 2019”, explicando que una sus mayores satisfacciones es ver que “tenemos muchas jóvenes promesas que van saliendo y compitiendo fuera, hasta el punto de que una niña se va a una universidad americana, donde compaginará los estudios con el golf”. Con todo ello, se quita méritos, diciendo que “esto no es mérito mío, es mérito de los que vinieron antes de mi y al trabajo que hicieron y al trabajo de los campos y sus profesionales”.
La situación de fase 3 en la que acaba de entrar Lanzarote con la crisis sanitaria del Coronavirus no deja mucho espacio al optimismo sobre la práctica deportiva, pero él cree que “no se debería parar la actividad del golf por ser un espacio abierto y poder mantenerse las distancias entre los jugadores, pero es algo que tienen que decidir las federaciones y los campos teniendo en cuenta que lo primero es la salud”.
El lunar de su gestión, como él mismo opina, fue “no conseguir materializar la International Golf Cup, que despuntaba en el último año para competir ya a nivel provincial y regional, pero se tuvo que suspender por la actual circunstancia”. Pablo Rivero contaba cómo la International Golf Cup “cogió mucha vida con 10 torneos, uno de ellos en Fuerteventura, pero me quedo con la espinita de no poder llevarlo acabo como queríamos y tener una prueba en Tenerife y Gran Canaria, que ya hubiera sido un colofón a un proyecto muy bonito”
Pese a su salida del cargo por motivos profesionales, avisa a los golfistas de la isla, “seguiré compitiendo” y deseando que vuelvan a hacerse torneos en la isla cuando la situación sanitaria cambie para volver a sacar el Trofeo Villas Alondras, un torneo que se había convertido en referencia en Lanzarote y Canarias, acudiendo en las últimas celebraciones incluso gente de territorio peninsular. La séptima edición, está lista, esperando que la Covid19 permita sacarlo del cajón.