El IES Salinas, cancha de desahogo para los clubes de la capital
LanzaroteDeportiva.com
A falta de pocos días para el comienzo de las competiciones autonómicas de baloncesto en categoría junior, cadete e infantil, y de que los juegos insulares de promoción deportiva arranquen, Arrecife sigue con serios problemas para que todos los clubes tengan su espacio.
La ausencia de la firma de la Consejería de Educación para que los clubes deportivos puedan usar las instalaciones deportivas que hay en colegios e institutos, sumado a la carencia de instalaciones municipales, hacen peligrar el inicio de la competición para los clubes deportivos.
Los equipos que trabajan en colegios e institutos haciendo un trabajo encomiable en algunos barrios, como el caso del Lanzabasket en Argana, se ven amenazados por la inoperancia administrativa y la desidia de la concejalía de deportes municipal, que no se ha preocupado por la situación.
Los clubes de baloncesto de la capital ya se vieron con el mismo problema la temporada pasada, prometiendo desde el Ayuntamiento que para esta temporada quedaría resuelto el asunto en junio. De hecho, en el mes de junio, los clubes enviaron toda la documentación requerida, pero los cambios políticos regionales, así como los diferentes movimientos municipales, han empeorado una situación que el año pasado se salvó 'in extremis'.
A falta de días para que se ponga en marcha la máxima competición regional de baloncesto en junior, cadete e infantil, los clubes que juegan de local en colegios e institutos sus partidos oficiales se preguntan qué harán, ya que las canchas municipales están ocupadas y que sus rivales vienen de otras islas, con el consiguiente gasto que supone de pasajes o de sanciones por parte de la Federación Canaria de Baloncesto por cambiar encuentros fuera de fecha y que tendrán que asumir los clubes, los perjudicados en todo esto, además de los niños y niñas del municipio que practican, en este caso, baloncesto.
Además, entrenar se está convirtiendo en una auténtica odisea, partiendo canchas que ya están divididas para que varias categorías puedan entrenar juntas, en ocasiones sin poder hacer ni siquiera un tiro a canasta.
La situación, un año más, vuelve a ser crítica con el baloncesto en la capital de la isla y cada vez la paciencia de los directivos y de los padres es menor respecto a un problema que, da igual cuál sea el color político, parece no importarles a ninguno.